Los adolescentes nativos digitales tendrán una relación particular con las imágenes porque, al haber estado inmersos en mundos virtuales desde muy pequeños, tendrán una relación activa desde el principio y se apropiarán fácilmente de las imágenes, les darán forma y las transformarán tanto en la pantalla como en sus fantasías. A menudo utilizan las imágenes digitales como medio de fantasmatización, una especie de ensoñación asistida por la pantalla. Las imágenes de la pantalla se convierten fácilmente en imágenes psíquicas, maleables y transformables, y en un material que puede dar testimonio de su realidad psíquica. La tendencia parece crecer con las nuevas generaciones conectadas, y esto es interesante tenerlo en cuenta en nuestro trabajo con ellas. En este artículo, examinamos la parte novedosa en la travesía del proceso adolescente que se deriva del importante lugar que han ocupado las pantallas en la vida de los adolescentes.