Las negaciones del embarazo, entendidas como el no ser consciente del estado de embarazo más allá del primer trimestre, son una preocupación actual. Utilizando la metodología proyectiva (Rorschach y TAT), nuestras hipótesis cuestionan el tipo de funcionamiento psíquico, la calidad de la imagen corporal, las representaciones vinculadas a la sexualidad y, finalmente, las capacidades de procesamiento de la pérdida. Nuestros resultados revelan una pluralidad de organizaciones psíquicas, por un lado, con perfiles más frágiles entre las mujeres que han negado su embarazo. Por otro lado, aparecen conductas psíquicas comunes en comparación con un grupo de control, lo que lleva a la conclusión de que la ocurrencia de un embarazo (en las mujeres del estudio) y, en consecuencia, de un hijo, constituiría un intento de liberarse de la imago materna, experimentada como todopoderosa. Las negaciones del embarazo podrían considerarse entonces como mecanismos de defensa, en el sentido de una necesidad de supervivencia psíquica.