Este trabajo propone una metodología transcultural, es decir, el uso complementario de la antropología y la clínica. Analiza la diversidad de representaciones y posiciones paternas y lo que ocurre con ellas durante la migración. Muestra la vulnerabilidad de los padres a causa de la migración y la necesidad de ayudarles a transformarse. Extrae de ello conclusiones para trabajar con padres e hijos en situaciones transculturales. El trabajo con el padre, en su posición respetada y valorada, abre caminos tanto en términos de alianza como de procesos terapéuticos. De este modo, se convierte en una base contenedora y estructuradora para permitir la apertura al exterior, a la cultura y a la creatividad en un mundo donde incluso las formas de ser padre deben mezclarse.