La acogida familiar, al mismo tiempo que establece una paternidad adoptiva, la niega, pues nuestro sistema sociojurídico funciona sobre la exclusividad de la bifiliación. Además, el nuevo paradigma instaurado en los años 80 para la protección de la infancia privilegia la conservación de los vínculos con los padres biológicos. Sin embargo, la extrema variación de las situaciones de los niños acogidos exige que se reconozca la importancia de los vínculos afectivos del niño con su familia anfitriona y lo que puede resultar para algunos en términos de filiación. El enfoque en términos de apego, afiliación y paternidad pone de manifiesto la diversidad y la complejidad de las situaciones, y exige una reconfiguración del sistema normativo vigente para permitir que los desarrollos recientes y futuros se apliquen más fácilmente en una sociedad cambiante.