La exploración por parte de las ciencias humanas de las metamorfosis contemporáneas de la parentalidad es hoy una tarea esencial para superar la violenta pasión de las polémicas binarias y el choque frontal de las ideologías «prefabricadas» que ocupan el primer plano de los medios de comunicación. Las nuevas formas de parentalidad perturban la heterosexualidad como única norma sexual que legitima el vínculo de filiación. En este contexto, las funciones paterna y materna pueden ser asumidas por personas sin vínculo «de sangre» y no están necesariamente vinculadas a un individuo masculino para la función paterna y a un individuo femenino para la función materna. En lugar de erigirse en expertos a favor o en contra, los terapeutas pueden aportar a este debate elementos de comprensión de la realidad psíquica que está en juego, participando en una investigación que es inseparable de la transdisciplinariedad antropológica, filosófica, histórica, sociológica, jurídica, médica, política y ética.