Las consultas terapéuticas perinatales revelan hasta qué punto el embarazo constituye un espacio-tiempo de reviviscencias cruzadas de los restos no elaborados de la simbolización primaria arcaica del trabajo de diferenciación y de la simbolización secundaria del trabajo de separación. A partir del relato de un encuentro clínico en la maternidad, el fantasma de un cuerpo para dos se remite a la conquista inaugural de la diferenciación yo/otro y el fantasma de un cuerpo para tres a la dinámica edípica. La dialectización de lo uno y lo otro está en el centro del trabajo psíquico del «ser madre» durante el embarazo y, aquí, de las consultas terapéuticas iniciadas.