Al analizar los datos y las proyecciones de la ONU [1], la urbanización es el horizonte insuperable del futuro del planeta. Por primera vez en la larga historia de la humanidad, la población urbana habría llegado a ser mayoritaria en el mundo en 2008. Y el futuro vería la continuación del aumento de la tasa de urbanización, generando por supuesto, una disminución relativa de la población rural, pero también, a largo plazo, una disminución en el número de habitantes rurales. Pero ¿son ciertas estas evoluciones proyectadas?
1Ante todo, al examinar la evolución de las ciudades, hay que señalar numerosos ejemplos de grandes desaceleraciones del crecimiento urbano. En segundo lugar, las metrópolis mundiales han podido experimentar, al menos temporalmente, reducciones de su población. Por último, muchos factores pueden dar lugar a una disminución del número de habitantes en una ciudad determinada.
La desaceleración urbana
2La perspectiva de la desaceleración urbana se ha descartado a menudo. Por ejemplo, considerando las lógicas que estimulan la emigración rural a la ciudad y las tasas de crecimiento de la población de los años sesenta, las proyecciones han sugerido durante mucho tiempo que las ciudades más grandes de América Latina adquirirían aún más importancia. Así, se anunció que México tendría en el año 2000 el primer puesto mundial de las megaciudades. En una publicación académica de 1994, la retórica del crecimiento lineal llevó a prever 31 millones de habitantes en México en 2000.
3En realidad, ha sido necesario revisar a la baja estas cifras: en 2000, la ciudad de México alcanzó menos de 20 millones de habitantes, exáctamente 18,5 millions, ¡más de 12 millones menos que la cifra anunciada!. Siguiendo el ejemplo de México, como resultado de la transición demográfica urbana [2], la tasa de crecimiento de las grandes ciudades de los países más urbanizados de América Latina se ha visto considerablemente frenada [3] por dos efectos: por una parte, la desaceleración demográfica general ha afectado también a las ciudades; por otra, la emigración rural no puede continuar al ritmo anterior cuando sus recursos humanos se han agotado en gran medida. Por último, México, que se convertiría en la ciudad más poblada del mundo, tiene 21,2 millones de habitantes en 2016 y ocupa el 7° lugar en el mundo [4].
Las ciudades en declive real
4No solo algunas ciudades están experimentando una fuerte desaceleración demográfica, sino que otras registran una disminución. A veces esta última es temporal en un periodo de debilitamiento de su atractivo. Este fué el caso de la aglomeración de Londres de 1950 a 1972 y de la de Nueva York de 1970 a 1980. Según estos dos ejemplos, numerosas ciudades han registrado o registran, un decrecimiento urbano, en particular las que eran joyas de la era industrial, como Detroit, Cleveland, Saint-Louis o Buffalo en los Estados Unidos.
5Pero más allá de estos casos registrados [5], el futuro podría experimentar muchos descensos urbanos, habida cuenta de la multiplicidad de factores que pueden explicarlos.
Los múltiples factores de posibles decrecimientos urbanos
6En efecto, la evolución de la población de las ciudades puede deberse a factores políticos, económicos, sociales y demográficos, factores que también pueden combinarse. En primer lugar, la urbanización es el resultado de decisiones políticas, como en el caso de China que, tras una política desfavorable a las ciudades, les ha dado grandes ventajas. Otras políticas de ordenación del territorio podrían cambiar la situación. Otro ejemplo es que, el retorno de la paz en países como Colombia, pueda inducir a las poblaciones que se han refugiado en las grandes ciudades a regresar a su tierra de origen. En el plano económico, la dinámica de los territorios se debe en gran medida a su atractivo y, por consiguiente, los cambios en la materia pueden modificar la geografía de la población. En el plano social, la búsqueda de amenidades es desfavorable a ciertas aglomeraciones como, en Francia, París, Marsella o Estrasburgo, cuyos saldos migratorios son negativos, mientras que los territorios rurales, tienen un crecimiento medio neto [6]. Los muy bajos niveles de fecundidad registrados en muchas ciudades, también ejercen sus efectos.
Notes
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[1]
WUP, The 2014 revision.
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[2]
Cf. Dumont, Gérard-François, « La transition démographique urbaine », Communication à l’université Jagiellonne, Cracovie, 18 octobre 2017.
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[3]
Chatel, Cathy, Moriconi-Ebrard, François, Beltrão Sposito, Maria Encarnação, « La croissance urbaine au Brésil : concentration dans les métropoles ou rééquilibrage du système urbain ? », EchoGéo, 2017.
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[4]
The World’s Cities in 2016, ONU, 2017.
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[5]
Michniewicz, Hanna, « Le dépeuplement possible des villes : le cas de la Pologne », Population & Avenir, n° 673, mai-juin 2005 ; Chalard, Laurent, « Des villes en net déclin démographique : le cas de communes anciennement industrielles », Population & Avenir, n° 683, mai-juin 2007 ; Fol, Sylvie, « Déclin urbain » et Shrinking Cities : une évaluation critique des approches de la décroissance urbaine », Annales de Géographie, no 674, 2010.
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[6]
Dumont, Gérard-François, « France : la fin de l’urbanisation ? », Population & Avenir, n° 726, janvier-février 2016 ; Rieutort, Laurent, « La ruralité en France : des potentiels oubliés ? », Population & Avenir, n° 731, janvier-février 2017.