Multitudes es una revista política y cultural, teórica y activista, que aborda problemas actuales de manera tan concreta y general como posible. La revista, que atraviesa las sociedades en diagonal, intenta, como recomendaban Michel Foucault o Félix Guattari, «tomar la política a contrapié», puesto que ahí es donde reside la carga subversiva de los movimientos de la sociedad. Estos movimientos no se contentan con huir o resistir a un poder superior, sino que desarrollan espacios de afirmación positiva y sientan los cimientos de escenarios futuros. Multitudes recoge y somete a debate sus propuestas.
La dominación absoluta no ha existido nunca y sigue sin existir. En todos los lugares se inventan ideas, gestos, palabras, grupos y minorías que escapan a una mitología mortífera. Hablar, escribir o transmitir palabras, músicas e imágenes es hacer una propuesta al común. Esta es la opción viva que nos reúne desde hace veinte años, y desde hace más de ochenta números ya publicados.
Multitudes, revista transcultural, aspira a recorrer los signos de la cultura nómada de los que carecen de identidad fija, unívoca y soberana, de los mestizos de la razón. Su objetivo es abrir a usos y saberes que comprometen por sí mismos. En torno a su comité de redacción transnacional, ecofeminista y transpartidista, la revista transita entre los idiomas y los continentes, entre las disciplinas y las indisciplinas, a través de una generosa práctica de la traducción, en busca de un vocabulario político renovado.
Gracias a sus dos dossiers («dossier majeur» o principal y «dossier mineur» o secundario), sus «à chaud» (candentes) de actualidad, sus «hors champ» (al margen) intempestivos y su dossier «icônes» (iconos) que invita a un artista a ocupar el espacio visual del número, Multitudes toma a contrapié lo peor que pueden tener la política y la cultura estándar: la repetición, lo establecido y la pretensión de transparencia. Curiosa y amante de las extravagancias de lo queer, busca el oro de contrabando en las arenas que arrastran los ríos de las multitudes. No pretende reemplazar a ningún movimiento, ni a un movimiento de movimientos, sino que propone un lugar en el que se pueda elaborar la alquimia de la transformación.