El objetivo de este artículo es describir la prueba a la que están sometidos los alumnos musulmanes en una escuela considerada «difícil» y, por extensión, reflexionar sobre la educación y las relaciones durante el mes del Ramadán. El ayuno del Ramadán es la práctica más observada por los musulmanes en Francia, y es un poderoso mecanismo de afiliación (Guélamine, 2017). Durante ese mes, el ritmo cambia, el comportamiento de los alumnos cambia, la pedagogía y la enseñanza sufren adaptaciones o incluso modificaciones. Esta prueba es exigente. Pues socava los equilibrios y las «rutinas», y cuestiona la relación de todos los actores con el laicismo.