CAIRN-MUNDO.INFO : Mundo Plural
Dossiers de Cairn

Dramas y desafíos de las migraciones latinoamericanas

Son más los migrantes procedentes de tres países de América Central que cruzan la frontera de Estados Unidos que mexicanos, y son más los mexicanos que regresan al país que los que emigran. Nuestro dossier presenta múltiples aspectos de esta realidad compleja y en rápida evolución: desafíos económicos, geopolíticos, humanitarios.


logo curateur

En Volumen 1, Número 5, 2021

image dossier

1 Actualmente son más los migrantes procedentes de tres países de América Central que cruzan la frontera de Estados Unidos que mexicanos, y son más los mexicanos que regresan al país que los que emigran. Los centroamericanos huyen de la pobreza, pero sobre todo de la violencia impuesta por las maras. Durante su periplo hacia el norte se topan con la violencia de los narcotraficantes y la de las fuerzas del orden mexicanas. En la frontera de Estados Unidos se ven confrontados a la violencia de las autoridades y a la de las instituciones estadounidenses, que se ha acentuado durante la presidencia de Donald Trump.

2 Nuestro dossier presenta múltiples aspectos de esta realidad compleja y en rápida evolución: desafíos económicos, geopolíticos, humanitarios y simplemente humanos. Las estadísticas nos informan de las entradas y salidas regulares, pero no sobre las migraciones clandestinas, que son más numerosas. Más allá de las cifras, son sobre todo las políticas llevadas a cabo por los estados las que llaman la atención, con sus bruscas variaciones y sus esfuerzos de coordinación que suelen quedarse por lo general en meras declaraciones de intenciones. Respecto a los sociólogos, lo que más les interesa son las trayectorias individuales. Estas han motivado numerosos estudios de campo que permiten construir tipologías, así como también presentar y analizar personalidades muy variadas, a veces fuera de lo común.

3 El geógrafo Laurent Faret muestra cómo México se ha convertido en «un espacio de repliegue en algunas trayectorias bloqueadas» y pone el acento sobre el nuevo rol desempeñado por la frontera sur del país, convertida en un «punto de cristalización de desafíos multiescalares». A través de tres retratos, la socióloga Olga Odgers-Ortiz describe la manera tan diversa en la que los migrantes perciben la violencia a la cual se ven expuestos. Su colega Philippe Schaffhauser extrae abundantes enseñanzas de una serie de entrevistas en profundidad con un único individuo, «migrante profesional».

4 ¿Tendrá la victoria de Joe Biden un impacto significativo sobre los migrantes latinoamericanos? Respecto a esta cuestión le damos la palabra a un antropólogo de México, Yerko Castro Neira. Él lamenta el nacimiento de una sociedad anclada en la «alterofobia».

5  

6 Nuestra selección

7 Laurent Faret, Olga Odgers-Ortiz y Philippe Schaffhauser.

8 Y también Michaël Da Cruz.

9 Carta blanca para Yerko Castro Neira.

Aspirante a migrar desde México a Estados Unidos en la frontera entre Tijuana y San Diego.Diego / Tomas Castelazo, CC3.0

Realidades de campo y desafíos geopolíticos

10 El espacio regional del cual México es el centro es «uno de los más transitados en el mundo», escribe el geógrafo Laurent Faret en la revista Hérodote. En su artículo describe las evoluciones recientes de una dinámica antigua, poniendo el acento sobre los «desafíos geopolíticos» de estos flujos migratorios. A lo largo de los últimos años, México dejó de ser la principal fuente de migrantes hacia Estados Unidos. Las entradas de migrantes de China e India superaron al número de mexicanos en 2015. Y en 2017, en la frontera mexicana, las fuerzas estadounidenses detuvieron a más guatemaltecos, hondureños y salvadoreños que a mexicanos. Además, el flujo de mexicanos que regresa al país es, desde entonces, superior a las entradas de mexicanos en Estados Unidos; un fenómeno que la política agresiva de la administración Trump ha acelerado.

11 Aun así, más de once millones de mexicanos viven en Estados Unidos y los trabajadores estacionales con contrato siguen llegando. El cambio más notable es, desde luego, el flujo de emigrados procedentes de los tres países del «Triángulo Norte» de América Central, Guatemala, Honduras y El Salvador. Estos huyen de la pobreza, pero también de la violencia, puesto que estos países están en manos de pandillas urbanas, las maras. La mayor parte lo hacen en situación irregular: «según las fuentes, entre 200 000 y 500 000 migrantes centroamericanos atraviesan México anualmente». En total «la población procedente de estos tres países residente en Estados Unidos estaba cerca de los tres millones de personas en 2017». Pero muchos de ellos no logran franquear la frontera norteamericana y permanecen en México. Este país se constituye así en «un espacio de repliegue en algunas trayectorias bloqueadas». Al caso de los centroamericanos se ha añadido el flujo de los migrantes haitianos, cubanos, venezolanos, nicaragüenses e incluso africanos.

12 El geógrafo presenta los nuevos desafíos geopolíticos, pero también económicos y humanitarios engendrados por esta situación. Describe la incapacidad de los países de la región para ponerse de acuerdo en una política global y las presiones ejercidas por Estados Unidos para intentar detener la inmigración —incluidos los demandantes de asilo— y para tratar también de obstaculizar a los traficantes de droga, que aprovechan las migraciones y abusan de los migrantes. Subraya la extrema vulnerabilidad de estas poblaciones en movimiento, expuestas a todo tipo de extorsiones y de abusos, incluyendo aquí los de los funcionarios mexicanos. Muestra cómo la frontera sur de México se ha convertido en un «punto de cristalización de desafíos multiescalares». Una frontera susceptible de convertirse en «la “tercera frontera” de Estados Unidos, sometida a tres peligros principales: terrorismo, narcotráfico y migración».

Laurent Faret es profesor de geografía en la Universidad de París VII Denis Diderot e investigador en el Centre d’études en sciences sociales sur les mondes africains, américains et asiatiques (Centro de Estudios en Ciencias Sociales sobre el Mundo Africano, Americano y Asiático - UMR 245). Ha publicado Les territoires de la mobilité: Migration et communautés transnationales entre le Mexique et les États-Unis (París: CNRS, 2020).

13

Leer el artículo

Protesta y concentración fuera del Ayuntamiento para abolir el ICE en el centro de Chicago Illinois/ Charles Edward Miller, CC2.0

La violencia en todas sus formas

14 Todos los migrantes procedentes de América Central que atraviesan México con la esperanza de pasar a Estados Unidos han tenido una experiencia de violencia, o bien en sus países de origen, o bien a lo largo de su periplo, o bien en la frontera de los Estados Unidos. Algunos aspectos de esta violencia han sido difundidos en los medios de comunicación, pero es tan sólo la parte visible del iceberg. Sobre esta cuestión se ha desarrollado toda una literatura especializada. La socióloga mexicana Olga Odgers-Ortiz, que hizo su doctorado en Francia, da cuenta de ello en la revista Revue européenne des migrations internationales, antes de exponer los resultados de una investigación reciente que ha dirigido sobre los migrantes bloqueados en Tijuana con la esperanza de que las autoridades estadounidenses acepten su petición de asilo político.

15 Para todos estos migrantes la situación se ha precarizado aún más con la elección de Donald Trump. Incluso los propios mexicanos se han hecho eco de su discurso «supremacista» y las medidas que ha adoptado o intentado adoptar han tenido repercusiones directas. El gobierno mexicano ha tenido que renunciar a facilitar el tránsito de los migrantes y asumir una parte creciente de las solicitudes de asilo. Las condiciones de demanda de asilo en la frontera estadounidense se han endurecido, y se ha separado a niños de sus familias.

16 La socióloga ha recogido los testimonios de numerosos migrantes albergados en Tijuana en espera de una solución, en albergues financiados por organizaciones caritativas. Para este artículo ha seleccionado tres de ellos, que ilustran diferentes percepciones de la violencia. Así, Bartolomé fue objeto de chantaje, y luego fue amenazado de muerte por las maras de su ciudad en El Salvador. En comparación, México le parece un remanso de paz. Patricia, por su parte, fue víctima de la violencia de los paramilitares nicaragüenses. Abandonó el país con su compañero y su hija menor. Ya en México, tuvo que entregar todo su dinero a unos policías federales; después su compañero tuvo comportamientos violentos y tuvo que separarse de él. Sin embargo, «al igual que Bartolomé, considera que la violencia o la inseguridad de México es “normal”». Dice estar agradecida a las autoridades mexicanas por no haberle retirado su visa. Pero duda en pedir asilo en Estados Unidos, puesto que no habla inglés y no conoce a nadie allí. En cuanto a Jackie, nació en Tegucigalpa, la capital de Honduras. Llevaba allí una vida precaria, pero no tuvo problemas de violencia. Madre soltera, dejó su país en condiciones difíciles, pero encontró el medio para que sus hijos pequeños se unieran a ella ya en camino. A pesar de varias peripecias no habla de violencia en México. Después de varios meses esperando que se examinara su petición de asilo a Estados Unidos fue conducida con sus hijos por las autoridades estadounidenses, como se procede ahora, a un local refrigerado donde las condiciones le parecían ser una forma de tortura. Permaneció allí cuatro días antes de ser devuelta a México para esperar a una eventual comparecencia ante un juez, que tendría lugar después de una nueva estancia en ese local. Decidió renunciar.

17 La socióloga observa que las formas de violencia menos aceptadas son las experimentadas en el país de origen, cuando han dado lugar a la partida, y las violencias de las autoridades estadounidenses con las que se topan de modo inesperado en la frontera. Las violencias padecidas entre tanto, durante el recorrido, son minimizadas o relativizadas. Son consideradas como «el precio a pagar». La socióloga insiste en el papel esencial de los albergues creados cerca de la frontera por iniciativa de la sociedad civil.

Olga Odgers-Ortiz, profesora de sociología, está en el Colegio de la Frontera Norte, en Tijuana, México. Ha publicado Identités frontalières: Immigrés mexicains aux États-Unis (París: L’Harmattan, 2002).

18

Leer el artículo

Tren de migrantes, Chiapas, México, 2000 / Don Bartletti, CC3.0

Carta blanca a Yerko Castro Neira

«Asistimos a la instalación de sociedades alterófobas».

19

¿De qué manera puede cambiar las tornas, a su entender, la elección de Joe Biden, en relación con los flujos migratorios procedentes de América Central?
Los flujos migratorios desde América Central hacia Estados Unidos no van a cambiar grandemente con la elección de Joe Biden. Desde los años noventa del siglo pasado se vienen presentando en toda la región dos tendencias contradictorias. Estas dos tendencias no variarán con el triunfo del presidente Biden.
Me refiero, por una parte, a la multiplicación y expansión de violencias sociales, territoriales y diversas formas de segregación en Centroamérica, de las cuales participan las economías del crimen, algunos sectores estatales y ciertas autoridades. Se trata de un patrón de acumulación que necesariamente expulsa y excluye a una parte significativa de las poblaciones locales. Este orden económico es orquestado por los gobiernos de la región con la colaboración de Estados Unidos.
La migración, en esos contextos, se presenta como una de las pocas posibilidades para huir de esas situaciones.
Esa tendencia, que transforma el acto de migrar en un acto de huida, se enfrenta a la tendencia opuesta, que consiste en una coordinación cada vez más amplia entre los estados de América Central y Norteamérica con el fin de detener, confinar y devolver a los migrantes hacia sus países de origen.
Estas situaciones básicas del fenómeno migratorio de esta región del mundo hacen del éxodo centroamericano (básicamente desde el Triángulo Norte de América Central: El Salvador, Honduras y Guatemala) una tendencia que podemos esperar que continúe por largo tiempo todavía.
Sin embargo, dicho esto, lo que sí podemos esperar que ocurra en términos más positivos es que la Casa Blanca abandone el discurso agresivo y demonizante hacia los migrantes. Durante la campaña, el candidato Biden se comprometió a ello, prometiendo discutir una reforma migratoria importante. Todo esto servirá necesariamente a las organizaciones y a los activistas que defienden a los migrantes para presionar para que la administración Biden garantice el derecho al asilo y ayude a que se deje de considerar las migraciones como el principal «problema» del país. La oportunidad es importante para garantizar la convivialidad en sociedades como la norteamericana, donde en los últimos tiempos los discursos antiinmigrantes habían encontrado un amplio espacio en el Estado y en los sectores supremacistas y racistas.

20

¿Qué diferencia hay entre las migraciones procedentes de América Central y otros movimientos migratorios en el mundo actual, como los de África y Oriente Medio hacia Europa?
Si miramos las migraciones a nivel global encontramos muchas más similitudes entre unas regiones migratorias y otras que diferencias sustantivas. Esto es así porque la mayor parte de los movimientos de población en el mundo se inscriben en el mismo régimen global de control migratorio. Se trata de un régimen diseñado y organizado desde países del Norte con la colaboración y complicidad de países del Sur, los cuales terminan funcionando como países tapón.
Tal es el caso de México en América del Norte y de Libia y Marruecos en el norte de África.
Pero, a pesar de las muchas coincidencias entre unos contextos y otros, podemos identificar al menos cuatro diferencias.
En primer lugar, el fenómeno de los campos de refugiados de África y del sur de Europa no lo encontramos en América Central y Norteamérica. Mientras en el caso de las migraciones hacia Europa los campos administrados por organismos internacionales y por diferentes gobiernos son la tendencia general, en el continente americano encontramos formaciones espaciales específicas, como son las que hay en la frontera de México con Estados Unidos, donde existen una gran cantidad de albergues y centros de acogida administrados por organizaciones de la sociedad civil y por instituciones apoyadas por activistas. La intervención del Estado es marginal en este último caso.
La segunda diferencia es el comportamiento del Estado frente al crimen organizado. Como ha sido señalado en innumerables reportes e informes, los migrantes y sus desplazamientos han sido capturados por los cárteles de la droga y los traficantes de seres humanos. En el continente americano, actores estatales y diversas autoridades participan en muchas de esas redes, con una cierta complicidad de las autoridades judiciales. En el caso europeo, la conexión entre el crimen organizado, los migrantes y el Estado es menos evidente.
La tercera diferencia es la presencia, en el caso americano, de éxodos organizados como las Caravanas de Migrantes, que existen desde 2018. A pesar de que en los dos contextos comparados aquí existen formas de movilidad masiva de población, las caravanas funcionan con lógicas específicas. Estas siguen las tradiciones de las caravanas católicas inspiradas en la teología de la liberación. Existen desde la aparición de las caravanas de madres de migrantes desaparecidos. Esta forma de viaje colectivo les ayuda a contrarrestar las violencias del largo camino que deben atravesar a través de México (4000 km). Las redes sociales son centrales para convocar a las personas y para estar informado sobre las dificultades a lo largo de la ruta.
La última diferencia es la siguiente: mientras los migrantes de África y Oriente Medio tienen que enfrentar un sistema continental europeo que los rechaza, en América los migrantes deben hacer frente a un país como Estados Unidos, el mismo que diseña buena parte de las políticas migratorias que luego habrán de reproducir los países situados al sur. Estados Unidos ha sido muy creativo en el diseño de leyes y políticas que restringen la migración, haciendo uso de todo un sistema de violencias legales que tienden a ilegalizar a las personas en movilidad. En el caso de Europa, el sistema construido en base al mito de Schengen y con la participación activa de instancias como Frontex, se parece más a un sistema supranacional que al sistema exclusivamente nacional de los EEUU.

21

Usted hace referencia a lo que llama «la sociedad alterofóbica», ¿bajo qué condiciones podría invertirse esta dinámica?
Esto es algo más profundo que define nuestra propia constitución como seres humanos. De hecho, podríamos empezar por reconocer que buena parte del sistema de control migratorio que se crea desde Europa o Estados Unidos busca deshumanizar a los migrantes. Se trata de conseguir la transformación de personas en masa, como diría Hannah Arendt. Su transformación en un número. En un nombre en una lista de espera para una cita con un juez de inmigración. Se trata de lograr borrar esas historias individuales para presentarlos como una estadística que ejerce presión sobre los recursos del país. Una masa que amenaza nuestra tranquilidad. Que acaba con nuestra uniformidad racial y política.
En este contexto, esas políticas antiinmigrantes producen el escenario perfecto para el surgimiento de la sociedad alterofóbica. Y esto es muy redituable en las elecciones y los procesos políticos en cada país. La sociedad alterofóbica produce un enemigo externo, que viene del extranjero, es un OTRO (en mayúsculas) que da sentido a nuestra necesidad de mantenernos unidos.
Para revertir esta dinámica se requiere de una transformación profunda en nuestras sociedades. Se trata de aceptar que la diferencia (social, cultural y racial) nos enriquece más de lo que nos puede perjudicar. Esto supone actuar a un mayor nivel de civilización. Se trata de provocar un cambio cultural de largo alcance que permita abrigar formas de coexistencia en la diferencia, evitando que se den las condiciones para que surjan movimientos supremacistas o racistas por el mundo. Y, en un nivel todavía más amplio, se trata de poner en cuestión la economía contemporánea, para la que el racismo y la pulsión alterofóbica funcionan como combustible principal.
En otros términos, se trata de cuestionar esta sociedad alterofóbica así como el orden económico y el modelo de acumulación que nos han gobernado hasta el día de hoy.

Yerko Castro Neira es profesor de antropología en la Universidad Iberoamericana de México.

Yerko Castro Neira

22  

La figura del presidente estadunidense, Donald Trump, está presente en los murales del refugio “La 72” / Jaime Ávalos, CC4.0

Un caso aparte: el migrante profesional

23 Para el sociólogo, estudiar los migrantes no implica necesariamente reunir estadísticas ni tampoco entrevistar a un número grande de personas. En México, Philippe Schaffhauser muestra todo el partido que se le puede sacar a una relación profunda con un único migrante. En la revista Migrations Société presenta el caso de Efraín A. H., conocido como «el Clan» (nombres ficticios). Se trata de un «migrante profesional». Va y viene desde los suburbios de México a Estados Unidos desde hace veintiocho años. No es un «migrante mexicano típico», puesto que, aunque procede de un entorno modesto, no es especialmente pobre, no es de origen rural y no forma parte de una red de migración estructurada. Migra solo. Ha desarrollado lo que el sociólogo llama «una inteligencia migratoria». Tiene varias maneras de franquear clandestinamente la frontera estadounidense, por tierra o cruzando el río. Lo hace solo, sin coyote. E incluso en ocasiones él mismo sirve como guía. Fue detenido una vez y permaneció cuatro meses en un centro de detención estadounidense, pero eso no le impidió continuar. Sus estancias duran entre varios meses y casi dos años. En lugar de dirigirse enseguida hacia el oeste de Estados Unidos, donde van la mayor parte de los mexicanos, optó por ir a las grandes metrópolis del este y del medio oeste, entre otras Chicago y Nueva York, para decidirse finalmente por Kansas City. Después de haber ejercido diversos pequeños trabajos se convirtió en pintor y luego en techador. Su «principal compañía» es el alcohol, probó la droga, pasó un tiempo en un hospital y vivió diversas aventuras, pero gestiona suficientemente bien su vida como para poder enviar regularmente dinero a su familia, que permanece en México. Y, aunque bilingüe, no se plantea ni por un momento establecerse en Estados Unidos. Desde el punto de vista de esta mirada «pragmatista» elegida por el sociólogo, «las migraciones internacionales tan solo son un espacio de continuidad para construir nuevas experiencias».

Philippe Schaffhauser es profesor de sociología e investigator en el Centro de Estudios Rurales del Colegio de Michoacán. Ha publicado Migration, dé-migration, retour au Mexique et droits des travailleurs migrants. Sociologie du mouvement des braceros (París: L’Harmattan, 2019).

24

Leer el artículo

Frontera con Estados Unidos / Rey Perezoso, CC2.0

Para leer también en francés en la página de OpenEdition.org

25 En 2015 se publicó un libro de referencia sobre las migraciones clandestinas de América Central hacia Estados Unidos (Migrations clandestines: D'Amérique centrale vers les États-Unis [París: Presses Sorbonne Nouvelle, 2015]). Escrito en francés por el sociólogo francomexicano Argán Aragón, fue presentado en la Revue européenne des migrations internationales por el sociólogo Michaël Da Cruz, que defendió una tesis sobre las migraciones latinoamericanas en la Aix-Marseille Université (AMU, Universidad de Aix-Marsella). Publicado en 2015, la obra ha conservado toda su actualidad. Basado en una treintena de entrevistas llevadas a cabo en una aldea de origen en Guatemala, luego durante el «viacrucis» de la travesía de México y finalmente a un lado y otro de la frontera de Estados Unidos, presenta «una verdadera etnografía de la migración clandestina, desde su punto de partida hasta su punto de llegada». El autor elabora una «tipología de los migrantes». Propone también «un inventario de los actores» que intervienen en su recorrido, empezando por los narcotraficantes, cuya influencia constituye «una de las transformaciones más determinantes de esta última década». En efecto, «estos grupos criminales» han inyectado «los ingredientes del horror y de lo macabro en actos que implican la deshumanización de los migrantes en beneficio de un vulgar estatus de mercancías que, en caso de no-rentabilidad, se convierten en prescindibles».

26 Argán Aragón plantea preguntas sobre la evolución de la noción de frontera, que él juzga como cada vez más anacrónica. A lo que Michaël Da Cruz responde que, en la era de la globalización, la idea de nación parece, paradójicamente, estar afirmándose.

Traducido y revisado por Cadenza Academic Translations
Traductor: Yago Mellado Lopez, Editor: Victor Zamorano Blanco, Editor sénior: Mark Mellor

Son más los migrantes procedentes de tres países de América Central que cruzan la frontera de Estados Unidos que mexicanos, y son más los mexicanos que regresan al país que los que emigran. Nuestro dossier presenta múltiples aspectos de esta realidad compleja y en rápida evolución: desafíos económicos, geopolíticos, humanitarios.



Subido a Cairn Mundo el 23/08/2021
Citar artículo
Distribution électronique Cairn.info pour Cairn.info © Cairn.info. Tous droits réservés pour tous pays. Il est interdit, sauf accord préalable et écrit de l’éditeur, de reproduire (notamment par photocopie) partiellement ou totalement le présent article, de le stocker dans une banque de données ou de le communiquer au public sous quelque forme et de quelque manière que ce soit.
keyboard_arrow_up
Chargement
Cargando... por favor, espere...